Un Día de la Odontología Latinoamericana en defensa de la Universidad Pública y la dignidad de nuestros profesionales.
*Por Gabriel Lazo
El Día de la Odontología Latinoamericana tuvo su origen el 3 de octubre de 1917, cuando un grupo de odontólogos provenientes de distintos países del subcontinente se reunió en Santiago de Chile para compartir y debatir aspectos de su profesión. Entre los objetivos de este encuentro estuvo el de fundar la Federación Odontológica Latinoamericana (FOLA), organización que les posibilitaría monitorear y compartir, cada cierta periodicidad, los avances científicos, los desafíos y nuevos casos que fueran presentándose en adelante.
La Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de La Plata -orgullosa de su carácter público y gratuito- tiene en su historia una tradición que la vincula de manera directa con los preceptos fundamentales que marcaron el origen de este día conmemorativo: la reciprocidad entre pares, el intercambio de saberes y experiencias, como motor de una práctica profesional de excelencia, con un irrenunciable sentido social.
En este marco, vale destacar, la gran mayoría de los odontólogos que prestan servicio para la salud bucal de la población regional, se ha formado en la Universidad Pública, habiendo brindado atención gratuita a la sociedad desde los primeros años de su carrera de grado, en el ámbito del Hospital Odontológico Universitario, o bien el los centros operativos de la región, o en cualquiera de los puntos distantes y marginales del país, donde llegan nuestros viajes de Voluntariado.
Mantengo el pleno convencimiento de que la calidad institucional se determina por la calidad de los actores que la conforman. En ello se sostiene mi orgullo por el Sistema Universitario Público Argentino, el cual hoy está siendo vapuleado por un desfinanciamiento letal, que empuja a un abismo a becas, programas de investigación y de extensión, y a la indignidad a miles de trabajadores docentes y nodocentes que ven dilapidado su poder adquisitivo por el congelamiento de sus salarios.
Desde mi lugar como decano de la FOLP-UNLP, me duele de manera profunda contemplar la realidad que atraviesa cada integrante de esta comunidad la cual, a pesar de las dificultades, sigue haciendo posible una facultad de vanguardia, que tiene a disposición los mejores adelantos tecnológicos y los últimos conocimientos, para brindar atención odontológica gratuita a miles de pacientes por día.
En nuestro cotidiano, veo a profesores titulares, adjuntos, trabajadores nodocentes, alumnos, investigadores y extensionistas, atravesando serias dificultades para cumplir con sus necesidades básicas de subsistencia: están quienes llegan en bicicleta por el aumento desmesurado de los combustibles, los que no pueden afrontar el costo de los servicios, los que tuvieron que buscar un segundo o tercer trabajo para poder llegar a fin de mes.
Cada uno de ellos es un ciudadano contribuyente, y desde nuestra facultad hacen su mejor esfuerzo para brindar la mejor atención de calidad a cada persona que recurre a nuestro hospital por no poder solventar los costos de un consultorio privado.
Antes que continuar escuchando acusaciones improbas e irrisorias sobre el destino de los fondos que reciben las universidades públicas, mi deseo es que las autoridades nacionales contemplen la realidad palpable: Las universidades públicas y su comunidad, constituyen la piedra angular del desarrollo soberano, el bien común y la calidad de vida de los argentinos.
En este marco, la conmemoración del Día Latinoamericano de la Odontología y sus preceptos fundamentales, no puede ser concebida de otra manera que como una jornada de defensa de la Universidad Pública y de las dignidad de los profesionales de la Odontología.
*Dr. Gabriel Lazo
Decano FOLP-UNLP